“Navegando por un Mundo de Creación Literaria”
Concurso interno de creación literaria por XVIII Aniversario Institucional.
La pandemia del COVID-19 ha obligado el cierre temporal de nuestra Institución, y ahora nuestros estudiantes, en muchos casos, han convertido sus salas en aulas, sus mesas en carpetas y sobre todo a sus padres en sus mejores aliados para resolver sus dudas. Por tanto, en los padres surge la pregunta: ¿Cómo ayudo a mi hijo en la educación a distancia?
El apoyo mínimo que los hijos requieren de los padres dentro de esta modalidad a distancia es similar al que necesitan dentro un entorno escolar tradicional: apoyarlos en la organización y planificación de sus actividades, monitorear el desarrollo de las actividades escolares y fomentar su responsabilidad. Claro que, según Sarah Cornelius (2014) de la Universidad de Wisconsin, el aprendizaje virtual tiene una logística única y conlleva desafíos adicionales que los padres deben, fundamentalmente, ayudar a sus hijos a manejar. Para ello, sugerimos:
Tener claro que es una variación de la modalidad, pero no del esfuerzo
Para Laura Lewin, especialista argentina, un punto fundamental es la adaptación. Los chicos deben comprender que no es un momento para bajar el ritmo de estudio. Afirmó que deben entender que el cambio está en la modalidad de aprender, a la cual deben adaptarse, y que ahora serán más evidentes sus hábitos de estudio, su flexibilidad para adaptarse al cambio y hasta la manera de comunicarse.
Hacer expreso el valor del trabajo duro y la persistencia
El éxito en los cursos a distancia requiere un alto nivel de motivación intrínseca y esfuerzo autodirigido. Para algunos estudiantes a distancia, esta motivación viene naturalmente, pero para otros, acostumbrarse a controlar su propio ritmo de trabajo y aprender de forma más independiente puede ser un reto. Los padres pueden hacer una gran diferencia simplemente demostrando la importancia de estas habilidades en el «mundo real» fuera del colegio. Hablarle a su hijo acerca de su propio trabajo es muy bueno. Igualmente, comentarle del esfuerzo y trabajo extra que les implica poder alcanzar sus metas personales y profesionales.
Es comprensible que, para la mayoría de los padres, no sea una tarea fácil reorganizar la dinámica familiar y trabajar a la vez. Por ello, el elaborar un cronograma o itinerario de trabajo en casa para las actividades diarias de sus hijos, en relación al horario escolar que los maestros les hayan enviado, lo vemos como una necesidad. Esto es, especialmente importante en las horas de estudio asincrónicas, destinadas a desarrollar las actividades de refuerzo con la finalidad de poner en práctica las estrategias aprendidas y consolidar buenos hábitos de estudio.
Crear rutinas flexibles.
Es una gran oportunidad para que los niños y adolescentes realicen otras actividades útiles en el hogar, por tanto, se deben crear rutinas que les permita estudiar, realizar tareas domésticas y además tener espacios para realizar sus propias actividades recreativas.
Doble responsabilidad.
Sabemos que los padres deberán estar más tiempo con sus hijos mientras estos se acostumbran a esta nueva realidad de permanencia en casa y al mismo tiempo, seguir cumpliendo con sus responsabilidades laborales. Un problema común es que los padres hacen por sus hijos las cosas que deberían hacer o aprender a hacer por sí mismos. Loret De Mola (2020) señala que esto genera en los niños inseguridad y merma su autoestima. Los padres tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos el uso de herramientas que les permitan salir adelante en situaciones difíciles y hacerse cargo de sus propias responsabilidades, asumir las consecuencias de sus actos y aprender de sus errores tanto como de sus aciertos.